domingo, 30 de marzo de 2014

Alberto Schommer


Alberto Schommer (Vitoria, 1928) es un conocido fotógrafo español, actualmente residente en Madrid.



Alberto Schommer se introdujo en la fotografía de mano de su padre, Alberto Schommer Koch, alemán afincado en Vitoria, ciudad en la que abrió un estudio durante la década de los 40. Posteriormente, Alberto hijo se formó académicamente en el campo de este arte en la ciudad alemana de Colonia y en París.
Actualmente es un fotógrafo de reconocido prestigio al cual el gobierno español otorgó la Medalla al mérito de las Bellas Artes 2008. Desde 1996 es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Como reconocimiento a su carrera como fotógrafo y a haberse convertido en una personalidad de prestigio en el campo fotográfico, su ciudad natal tiene una calle en su honor en el barrio de Adurza.
A lo largo de su historia ha realizado centenares de trabajos y viajes, habiendo editado cerca de un centenar de libros y colaborando como jurado o profesor en prestigiosos seminarios o concursos.
Su obra se ha expuesto a lo ancho de todo el mundo, desde Japón a Estados Unidos (Centro para la fotografía creativa de Tucson) y ha recibido importantes y numerosos premios a su labor.
Uno de sus trabajos más conocidos son sus retratos, que llegaron al gran público por medio de su colaboración con el periódico El País (España). Estos retratos, fundamentalmente sobre personalidades públicas y reconocidas de la vida española, aunque también mundiales, como Andy Warhol, han sido reconocidos como uno de sus mejores trabajos. En esta célebre serie, denominada Retratos psicológicos escenifica el poder, la economía y la cultura. Su peculiar forma de abordar el retrato tendrá gran repercusión durante los años setenta y ochenta, y sus fotografías se convertirán en una especie de crónica visual de la Transición.

domingo, 23 de marzo de 2014

El caso Joshua Bell


Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero.
Durante los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach.
Durante el mismo tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus trabajos.
Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico.
Un hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había una persona tocando música.
Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha.
Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino
Quien más atención prestó fue un niño de 3 años.
Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño se plantó ante el músico.
Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño continuó volteando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros niños.
Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.
En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino.
El violinista recaudó 32 dólares.
Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo.
No hubo aplausos, ni reconocimientos.
Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares.
Dos días antes de su actuación en el metro, Bell colmó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.
Esta es una historia real.
La actuación de Joshua Bell de incógnito en el metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas. La consigna era: en un ambiente banal y a una hora inconveniente,
¿percibimos la belleza?
¿Nos detenemos a apreciarla?
¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado
Tan sólo una mujer le reconoció. Stacy Fukuyama, que trabaja en el Departamento de Comercio, llegó casi al final de su actuación.
No lo dudó ni un segundo: el que tocaba el violín no era ningún artista callejero.
Le había visto hacía tres semanas en un concierto en la Biblioteca del Congreso.
Y se quedó mirando, atónita, hasta que la última nota salió del Stradivarius.
Ha sido lo más impactante que he visto en Washington", reconoce. "Joshua Bell estaba allí tocando en hora punta, y la gente no se paraba, ni siquiera miraba.
¡Algunos incluso le echaban monedas!
¡Cuartos de dólar!
Yo eso no se lo haría a nadie".
Lo que más extrañó a Bell, sin embargo, fue que al final de cada pieza no pasaba "nada". Nada.
Ni un bravo, ni un aplauso.
Sólo silencio
En total, Bell almacenó en la funda de su Stradivarius 32 dólares y algo de calderilla.
"No está mal", bromea, "casi 40 dólares la hora... podría vivir de esto.
Y no tendría que pagarle a mi agente".
Una de las conclusiones de esta experiencia, podría ser la siguiente:
Si no tenemos un instante para detenernos a escuchar a uno de los mejores músicos interpretar la mejor música escrita,
¿qué otras cosas nos estaremos perdiendo?


domingo, 16 de marzo de 2014

Albert Oehlen


Albert Oehlen está considerado como uno de los pintores abstractos más respetados del circuito del arte.

Oehlen afirma que no hace falta que ningún artista se tenga que amoldar al mercado porque hay más arte, más dinero, más mercado, más galeristas y más artistas. En consecuencia, lo que hay de más, con respecto a lo que había antes, es lo malo, por supuesto. Es de la opinion que la masa de galerías y artistas malos es la que genera el dinero para mantener todo el aparato, notable a sido su brindis “¡¡por los artistas malos!!” en los medios de comunicación.

Oehlen (Krefeld, Alemania, 1954) estudió con Sigmar Polke, uno de los pintores alemanes postmodernos claves del siglo XX, en la Escuela Superior de Artes Visuales de Hamburgo, donde se graduó en 1978, y ha vivido en diversas ciudades de Alemania y España. En la actualidad vive en Suiza cerca de los grandes bancos.

domingo, 9 de marzo de 2014

Tito Paris


Aristides Paris, mejor conocido como Tito Paris (nacido el 30 de mayo de 1963, en la localidad de Mindelo , Isla de Sao Vicente, Cabo Verde) es un compositor, cantante y músico, de sostenida trayectoria. Radicado desde hace algunos años en Lisboa, se encuentra entre los principales divulgadores de la música caboverdiana en el mundo.

lunes, 3 de marzo de 2014

Anthony Caro


Anthony Caro, OM (New Malden, Surrey, 8 de marzo de 1924 - 23 de octubre de 2013) fue un escultor británico y sefardí. Su obra escultórica de estilo abstracto se caracterizó por el ensamblaje de objetos industriales metálicos de desecho.


Fue alumno del Christ's College de la Universidad de Cambridge. Anthony Caro descubrió el arte moderno trabajando con Henry Moore, de quien fue asistente desde 1951 hasta 1953. Después de conocer a Clement Greenberg, Kenneth Nolandy al escultor David Smith al comienzo de los años sesenta después de su viaje a los Estados Unidos, fascinado por su enfoque, abandonó el trabajo figurativo de sus inicios para orientarse hacia esculturas hechas con soldaduras o ensamblajes de piezas metálicas prefabricadas (en acero, en hierro, o aleaciones), creando piezas de diversas formas. A menudo pintaba el producto final con colores planos vivos.

Falleció de un ataque al corazón el 23 de octubre de 2013, a los 89 años.