Andrew Bird es un cantautor de indie rock y neoswing nacido el 11 de julio de 1973 en Illinois, Estados Unidos.
En el suelo de la habitación de hotel de Andrew Bird en Londres hay una funda abierta que contiene un violín. “Es el mío, el único que he tenido desde que cumplí 16”, cuenta el músico estadounidense, un castaño pajizo de 38 años, alto y tan delgado que parece que una ráfaga de viento podría partirle en dos. “Me lo hizo un artesano polaco en un taller en Chicago. Solo fabrica un puñado de ellos, así que tuve que demostrarle que lo merecía”, explica a regañadientes. Bird, uno de los más completos soldados de la armada del nuevo folk, carecía de formación de conservatorio, pero tenía un arma secreta; es todo un prodigio. “Comencé a tocar el violín con cuatro años. Desde el principio era capaz de reproducir cualquier cosa solo con escucharla: J. S. Bach, Mozart… A los 15 me cansé de copiar y empecé a interesarme por el folk y el jazz”.
Iñigo López Palacios / EL PAÍS