martes, 25 de junio de 2013

Eduardo Chicharro y Agüera

Eduardo Chicharro y Agüera (Madrid, 18 de junio de 1873 - id., 1949) fue un pintor español, padre del poeta Eduardo Chicharro Briones.

Aurorretrato
Chicharro fue uno de los más grandes pintores de su época, con una enorme facilidad para el dibujo y capacidad para el color. Discípulo de Joaquín Sorolla y Manuel Domínguez en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, amplió sus estudios en Roma con una pensión que obtuvo por oposición. En 1910 fundó la Asociación de Pintores y Escultores, siendo su primer presidente. Esta asociación crearía en 1920 el Salón de Otoño, certamen que se sigue celebrando en la actualidad. 
En 1912 Eduardo Chicharro y Agüera será nombrado director de la Academia Española de Bellas Artes de Roma sede romana de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de la que fue profesor y director, en sustitución de don Ramón del Valle-Inclán, por lo que toda la familia se trasladará a Roma, ciudad en la que permanecerán hasta 1925. Participó con sus lienzos en exposiciones nacionales e internacionales, con su obra Las uveras obtuvo primera medalla en la nacional de 1899, y con Armida una segunda en la exposición de 1904; en 1922 se le concedió una medalla de honor y en las Internacionales de 1908 celebradas en Lieja, Múnich y Barcelona fue galardonado con el primer premio. 
Su obra aparece representada en numerosos museos españoles y del extranjero, destacando por su interés iconográfico su autorretrato que se conserva en el museo de la Real Academia de Bellas Artes San Fernando. Recientemente se está restaurando, tras pasar varios años desaparecida, su pintura Pigmalión, que el Gobierno Español le encargó en 1925 para cederla a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para su sede de Ginebra.

3 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Buen discípulo de Sorolla, aunque no le llega ni con mucho.

marian dijo...

Seguro que lo estudiaría en su día, pero no lo recordaba. Qué buen pintor.

Sirgatopardo dijo...

Claro es que Sorolla era mucho Sorolla, pero efectivamente, me parece un buen pintor.