Gonzalo Conradi es un joven artista con gran experiencia en el campo de la pintura. Entregado también a la ilustración, la escultura, la música, la fotografía o la poesía. Todas sus obras poseen un rasgo en común, la influencia del flamenco. Ha realizado carteles para el Teatro Vorpommern de Greisfwald, el Teatro de la Maestranza de Sevilla y otras instituciones culturales de Andalucía. Aparte de esto, también ha trabajado en decorados y en museos como el Museo del Baile Flamenco de Sevilla, y ha sido diseñador del recién inaugurado Museo de la Mujer en el Flamenco de Arahal, en colaboración con la artista Raquel Maireles. A destacar también las importantes exposiciones colectivas o monográficas en las que ha expuesto su obra en España, Alemania y el Reino Unido.
En muchas conversaciones surgen muchos tipos de de temas de los que conversar, hablamos de música, baile, arte o hablamos por hablar. De lo que no nos damos cuenta es de que estos temas podrían tratarse de uno solo. Con la pintura, Gonzalo Coradi nos ha sabido transmitir el sentido de la música, del flamenco y también el del baile. Él mismo dice “la pintura es el cuerpo de la música y la música es el alma de la pintura, están juntos”.
El arte es una forma de expresión y en estos tres ámbitos el sentimiento es lo que más se expresa, un pintor al pintar trasmite su alma al lienzo, la gitana al bailar o el muchacho al cantar expresan su más sincero sentimiento. Fuerza, pasión y deseo conviven en la obra de Gonzalo.
Nos vale sólo con fijarnos es sus dibujos para ver cómo con trazos consigue transmitir el movimiento de la bailaora y la fuerza de sus pasos por el escenario, al igual que la expresividad del movimiento de los brazos al bailar. Al bailar, el buen bailaor sigue el ritmo del flamenco, y el buen pintor sabe manejar su pincel para transmitir dicho ritmo al soporte. Aparte del movimiento, del dominio de la técnica y de la calidez estética, una pintura llega al alma de otra persona cuando es capaz de expresar un sentimiento, o con una mirada con la que podamos mantener una conversación o simplemente que nos cautive.
En muchas conversaciones surgen muchos tipos de de temas de los que conversar, hablamos de música, baile, arte o hablamos por hablar. De lo que no nos damos cuenta es de que estos temas podrían tratarse de uno solo. Con la pintura, Gonzalo Coradi nos ha sabido transmitir el sentido de la música, del flamenco y también el del baile. Él mismo dice “la pintura es el cuerpo de la música y la música es el alma de la pintura, están juntos”.
El arte es una forma de expresión y en estos tres ámbitos el sentimiento es lo que más se expresa, un pintor al pintar trasmite su alma al lienzo, la gitana al bailar o el muchacho al cantar expresan su más sincero sentimiento. Fuerza, pasión y deseo conviven en la obra de Gonzalo.
Nos vale sólo con fijarnos es sus dibujos para ver cómo con trazos consigue transmitir el movimiento de la bailaora y la fuerza de sus pasos por el escenario, al igual que la expresividad del movimiento de los brazos al bailar. Al bailar, el buen bailaor sigue el ritmo del flamenco, y el buen pintor sabe manejar su pincel para transmitir dicho ritmo al soporte. Aparte del movimiento, del dominio de la técnica y de la calidez estética, una pintura llega al alma de otra persona cuando es capaz de expresar un sentimiento, o con una mirada con la que podamos mantener una conversación o simplemente que nos cautive.
4 comentarios:
“la pintura es el cuerpo de la música y la música es el alma de la pintura, están juntos”. Puede ser.
Me gusta su trabajo y tiene un discurso coherente, cosa no muy habitual en los pintores.
Al menos es una definición poética. En cuánto al discurso estamos de acuerdo, por eso lo puse.
Será porque lo que hace lo hace porque el corazón le hace tam tam.
Pero siempre a compás.....
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