jueves, 20 de septiembre de 2012

"El poeta es alguien que le roba la palabra al silencio"

El escritor argentino Leónidas Lamborghini nació el 10 de enero de 1927 en Villa del Parque, uno de los tantos barrios que forman parte de la ciudad de Buenos Aires.

Tras abandonar los estudios que había comenzado en 1946 en la Facultad de Agronomía y luego de ganarse la vida en la industria textil (sector en el cual desempeñó tareas de tejedor y encargado de telares), este militante peronista comenzó a mediados de los años 50 a desarrollarse dentro del ámbito periodístico y poético (terreno donde también supo brillar su hermano Osvaldo). En ese contexto Lamborghini no sólo sumó experiencia como redactor del diario “Crítica”, sino que también debutó como escritor a través de “El saboteador arrepentido”, obra a la cual, con el transcurso de los años, se le sumarían títulos como “Al público”, “Las patas en las fuentes”, “La Estatua de la Libertad”, “Coplas del Che”, “La canción de Buenos Aires”, “El solicitante descolocado”, “Odiseo confinado”, “Un amor como pocos”, “Perón en Caracas” y “El jardín de los poetas”, entre otras publicaciones de su autoría que lo consolidaron como escritor.

En el plano personal, cabe destacar que este autor que durante tres meses integró la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires cuando el país estaba gobernado por Héctor Cámpora, contrajo matrimonio en 1973 con Graciela Adelma Torrecillas un año después de divorciarse de Hilda Ojeda, su primera mujer. Tiempo más tarde, ya convertido en padre de varios hijos, el argentino se exiliaría junto a su familia en México, donde se dedicó a escribir y a realizar tareas de redactor publicitario.

Por otra parte, tampoco se puede dejar de mencionar que, en materia de reconocimientos, Leónidas Lamborghini ha sido distinguido a lo largo de su trayectoria con premios como el Leopoldo Marechal y el Premio Konex 2004 en la categoría Quinquenio 1999-2003 de Poesía. 
  
El saboteador arrepentido

En mi rostro está escrita la aceptada
renuncia
tanto vil ostracismo
después supe
el trabajo es salud, es factor
dignifica
y lo otro es el crimen
la poesía maldita
Yo era el brazo derecho ahora no soy nada
Esta guitarra cae ya
volcada de mi alma
su última nota
espera.

6 comentarios:

Juan Nadie dijo...

"El poeta es alguien que le roba la palabra al silencio". Estos argentinos, vaya piqueta...

Buen poeta.

Sirgatopardo dijo...

Casi he puesto el post por el título, aunque creo contigo que es un buen poeta.

marian dijo...

Yo diriría que es la música la que roba el silencio, (es por llevar a contraria nada más).

Sirgatopardo dijo...

Como soís las riojanas, quitáis la razón a los poetas....

Juan Nadie dijo...

Pues yo diririría que la frase sirve tanto pata la música como para la poesía.

marian dijo...

A algunos sí (no es este el caso), porque como en todo, hay poetas brillantes, mediocres y petardos, como cantaba María Ostíz: "con una frase no se gana un pueblo, ni con un disfrazarse de poeta".