A Brasileira (Lisboa)
Aún se puede percibir en este pequeño local, situado en uno de los barrios clásicos de la capital lusa, el aroma de otros tiempos, en los que un hombre menudo con gafas de concha y eterno sombrero, se inclinaba sobre los folios que habrían de ser lo mejor de la poesía europea del siglo XX. El recuerdo de Fernando Pessoa se inmortalizó en una escultura frente al establecimiento en la que el poeta portugués está acompañado por su inseparable taza de café........
Aún se puede percibir en este pequeño local, situado en uno de los barrios clásicos de la capital lusa, el aroma de otros tiempos, en los que un hombre menudo con gafas de concha y eterno sombrero, se inclinaba sobre los folios que habrían de ser lo mejor de la poesía europea del siglo XX. El recuerdo de Fernando Pessoa se inmortalizó en una escultura frente al establecimiento en la que el poeta portugués está acompañado por su inseparable taza de café........
4 comentarios:
Uno de los cafés míticos del mundo, que ya me gustaría conocer.
Me gusta la música portuguesa.
Ni se te ocurra ir en Semana Santa, está lleno de españoles.
Yo ya he estado allí, hace tantos años que casi no me acuerdo, pero estar, estuve. Pero a Lisboa hay que volver.
A Lisboa siempre ha que volver.
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