martes, 20 de diciembre de 2011

Antonio López

Ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1985 y del Velázquez de Artes Plásticas en 2006, Antonio López es el máximo representante del realismo y la figuración española contemporánea, padre del hiperrealismo, pero su obra es tan personal que es difícil de clasificar, etiquetas de las que él mismo huye.

Apasionado de su trabajo, el artista, que se inició en la pintura con 12 años influenciado por su admirado tío, el pintor Antonio López Torres -con tan solo 13 ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando-, defiende la libertad como fuente máxima de la creatividad. Su obra se centra en la realidad que le rodea e investiga con los aspectos más cotidianos tratados con un detallismo cuasi fotográfico, pero sin bromuro de plata como intermediario.

El manchego convierte en arte los aspectos más cotidianos de la realidad con una elaboración lenta, metódica y meditada hasta el extremo para captar la esencia del objeto, paisaje o figura representada, que le lleva a rehacer, retocar y corregir durante años -ha reclamado en reiterados ocasiones a clientes obras ya vendidas para retocarlas-. "Para mí la palabra acabar no existe", ha afirmado el artista en muchas ocasiones como resumen de su proceso creativo, retratado fielmente en la película El sol del membrillo, de Víctor Erice y Premio del Jurado en Cannes en 2002.

Enamorado de Velázquez -"es el único al que siempre vuelvo porque siempre tiene algo que decirme"- y Veermer y duro detractor de Pablo Picasso -"Estoy harto de Picasso... ha tapado demasiadas cosas (...) y su presencia es abusiva", ha repetido mil veces con la autoridad que solo puede tener alguien que goza de prestigio internacional-, la mayor parte de su obra está en manos privadas, que le han convertido en pintor de cifras mareantes, que se olvidan al contemplar su sencillez y la entrega total a su trabajo en el día a día.


4 comentarios:

Juan Nadie dijo...

¿Qué se puede decir de Antonio López a estas alturas? Enamorado de Velázquez, pero si Velázquez viviese el enamoramiento sería mutuo, seguro.

Sirgatopardo dijo...

Velázques fue y es admirado po0r multitud de grandes pintores.

Explorador dijo...

Como Vermeer, parece pintar la luz. Y además, es un soberbio argumento contra los vanguardistas de medio pelo (en realidad farsantes, creo que aún se puede ser vanguardista y honesto...espero). Y parece un gran tipo.

Un saludo :)

Sirgatopardo dijo...

Bienvenido al blog Explorador, estamos de acuerdo en todo, que le vamos a hacer.
Un saludo